En sus inicios, desde el cinco de mayo de 2018, Santiagueros por el Bienestar Animal (SALBA), era un grupo de personas que, con más pasión y voluntad que experiencia y recursos, decidieron interponerse entre los animales afectivos que vivían en las calles y el destino fatal que seguro los esperaba.
Pero el gran valor de este grupo de personas no es solo proteger a los animales y hacer cuanto estaba a su alcance, el mayor mérito está en hacerlo justo en un país que adolece de un marco legal regulatorio que ampare su labor y los derechos de las mascotas abandonadas o maltratadas, y al contrario, se exponen a ser víctimas de maltratos y de la violencia de personas que no entienden su labor.

Entonces, tal pasión era un buen combustible para encender la llama y mantenerla viva por un tiempo, incluso increíblemente han logrado sobrevivir en medio de un diario bregar contra la incultura, la desidia, la incomprensión y un mar de problemas. Que perdurara la labor del grupo por muchos años más parecía ser el principal reto.
Casi tres años después de haberse constituido, hacer de SALBA un proyecto sostenible, económicamente hablando, es por mucho la principal misión de sus miembros y organizadores en la actualidad.
Reciclaje… para salvar animales
Son las cuatro de la tarde y un grupo de jóvenes se reúne en el área wifi del Parque de Ferreiro. Como cada jornada vespertina de sábado, hacen un resumen de la labor de SALBA en la semana, distribuyen recursos, medicamentos y alimentos fundamentalmente, también hablan de los casos más difíciles, de los rescates y de los temas a tratar en los diferentes espacios educativos, entre otros asuntos organizativos.
Pero esta jornada de sábado tiene algo diferente: estrenarán el área wifi del parque de Ferreiro como otra opción de entrega de materias primas, una alternativa de financiamiento de su labor protectora de animales.
Tahimí María Hernández Puig, coordinadora general de SALBA y profesora de psicología de la Universidad de Oriente, no está del todo contenta. Varios sacos con materias primas, con botellas, latas y pomos plásticos, no le hacen feliz porque sabe que la vida de más de 100 animales en los refugios, dependen de lo que el grupo sea capaz de hacer por ellos…, entonces jamás estará satisfecha del todo.
“Estamos intentando hacer sustentable la labor, hasta ahora los fondos del grupo vienen fundamentalmente de la ayuda de colaboradores y la cotización de los miembros, cada uno damos 25 pesos como mínimo, aunque el que quiera dar más puede hacerlo, y también cada miembro aporta una latica de arroz para la alimentación. Pero hemos tenido que buscar otros modos de sustento porque la labor del grupo ha crecido, el número de animales en hogares temporales y en refugios también ha crecido, y es alto, así como el pago que tenemos que hacer para comprar alimentos y medicamentos también es elevado”.

SALBA usó cuanto mecanismo tiene a su alcance para promocionar la iniciativa de recogida de materias primas y se enfocaron, sobre todo, en aquellas que tienen gran valor: botellas de cerveza y de ron Santiago y Havana Club, pomos plásticos de agua y refresco, de los pequeños y las llamadas «balitas» (1.5 litros), también en las latas de refresco y cerveza, y en pozuelos de helado.
Aunque llegó de todo, nada se desechó. Mientras se clasifican, de fondo se siente el sonido de los zapatos aplastando las latas de aluminio: “hay que aplastar como 60 latas para llegar al kilogramo, dale que vamos bien”, “¿qué hacemos con estos pomitos?”, dice uno de los miembros, otro le responde “guárdalos, sirven para guardar medicina, y aquellos pozuelos para dar comida a los animales”.
Al final, la recogida de materias primas aportó recursos, apostó por el reciclaje y por tanto también por la limpieza del medio ambiente y, sobre todo, demostró que es una alternativa de financiamiento viable que deberán seguir explotando, así lo argumenta la coordinadora de SALBA.
“Es nuestro deseo continuar con el tema de la recogida de materias primas, estrategia que asumimos desde el primer día. Extenderemos la recogida en el parque de Ferreiro por un tiempo más. También aplicamos variantes como la entrega en varios puntos de recogida en la ciudad, en la casa de los miembros de SALBA, en otros casos las personas pueden vender la materia prima y darnos el dinero directamente. Cuando nos contactan, les decimos el lugar más cercano donde dejar las materias primas dependiendo de donde viva la persona. La idea es continuar, cualquier aporte y ayuda es importante. Hay otras iniciativas que con el tiempo iremos implementando”.
SALBA se asocia a los emprendedores privados de Santiago de Cuba
Toda iniciativa para incrementar los fondos de SALBA, es bien recibida. Por eso en algún momento nació la idea de asociación con los emprendedores privados del territorio, y ya hoy cuentan con el apoyo de Burger Like y de HearstPrint…, aunque la intención es incrementar el patrocinio de sitios de este tipo.
“Hay varios negocios privados que están colaborando con nosotros, como Candado Café, también otros han mostrado intenciones de hacerlo, pero estamos estudiando todas las propuestas y sobre todo queremos hacerlo de manera oficial, es algo en lo que seguiremos trabajando en el futuro”.
El caso de Burger Like, por ejemplo, desde el pasado mes de agosto el 13 por ciento del ingreso de cada añadido de queso a los platos que sirven, va a parar a los fondos de SALBA: “para apoyarlos en su noble labor de ayuda a los animales sin hogar de Santiago de Cuba. Recuerde pedir hamburguesas con queso”.
Manuel Alexander Suárez, dueño de Candado Café, dice que tiene, como ha hecho hasta ahora, la intención de ayudar de varias formas: “a veces aporto con un dinerito, otras con comida… Me gustan los animales, los perros fundamentalmente, entonces me identifico con lo que hace SALBA por los animales callejeros. Ojalá y muchas otras personas que se identifiquen con el movimiento de protección animal que existe en Cuba, ayudaran como pudieran, porque a veces hace falta manos, otras ocasiones, les urge recursos. Toda ayuda hacia ellos y los animales, creo que es válida”.
Las herramientas sociales… el salto de SALBA
El principal anhelo de SALBA, cuando se constituyó, era lograr una sede para la organización por cuanto esta implicaría el reconocimiento y respeto de la sociedad hacia sus miembros y su labor.
La Asociación Cubana de Medicina Veterinaria, capítulo santiaguero, le abrió las puertas. Sin embargo, el tiempo demostró que, aunque es importante tener y mantener este espacio, el desarrollo de la actividad proteccionista y educativa era mejor en lugares públicos.
Además, otras experiencias que han hecho de SALBA una de las más importantes iniciativas de protección animal en Santiago de Cuba, son los informes de transparencia de la gestión económica que se discuten y analizan entre los miembros, así como el uso de las redes sociales para organizar el trabajo y promover la labor educativa.
“En WhatsApp tenemos varios grupos de trabajo: Medicina Natural y Tradicional, rescate y atención en las calles, atención en el refugio y hogares temporales, equipo educativo online, otro que también es educativo pero se encarga de ir a la radio, a la televisión, a las escuelas, etc., otro de adopción, y cuando se pone muy mala la situación con la comida, como hace tiempo por la Covid, activamos un equipo de alimentación que busca estrategias y opciones…, cada grupo tiene asesores afines y están orientados a un área específica de trabajo. En el grupo de labor educativa online, por ejemplo, todas las semanas revisamos entre todos los temas a tratar y tenemos la asesoría de un veterinario, psicólogas, lingüistas, filóloga, biólogo, diseñador gráfico, médicos… El tema de la semana pasada fue la desparasitación externa e interna, el de esta semana es el parvovirus. Hasta la fecha ya hemos desarrollado unos 25 temas que, igual que todos las publicaciones, primero se discuten y analizan en grupo, en WhatsApp, y luego se publica en la página y grupo de SALBA en Facebook”, asegura Tahimí.
En tal organización se revela las intenciones actuales de SALBA: tratar el tema del maltrato animal y abandono en las calles a partir de la labor educativa “algunas de las causas de estas situaciones están en la familiaridad acrítica, la falta de conciencia de la población, por eso muy intencionadamente trabajamos por programa en las diferentes áreas, siempre tratando de llegar a la mayor cantidad de población, desde los espacios virtuales, medios de comunicación, o directamente con las personas, como en las escuelas. Esta última labor, cara a cara, por la Covid, no la estamos realizando ahora mismo”.
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BIOECO, la Oficina del Conservador de la Ciudad, específicamente la Maqueta de la Ciudad, diferentes escuelas, la Cátedra del Adulto Mayor, emisoras como Radio Mambí, Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, el Zoológico de la urbe, programas de televisión… son algunas de las instituciones y espacios que saben de SALBA y, sobre todo, reconocen su trabajo.
Una sede y reconocimiento de la labor son algunos de los enormes logros de SALBA, y digo así, «enormes», porque no han sido fáciles de obtener, menos en más de dos años, y que hoy orgullosamente ostentan sus miembros: “nosotros realizábamos campañas de desparasitación en las calles, para los animales sin hogar, ahora por el tema de la escasez de recursos nos concentramos en los casos que nos reportan con afecciones. Antes lo hacíamos con todos los que estaban en la calle. Igual a todos los q nos reportan en la vía los atendemos. Lo que ya no salimos en grupos grandes a desparasitar por zonas. Los identificamos con un carnet y hemos sabido que los especialistas de Zoonosis cuando los ven, no los tocan, porque saben que esos animales, siempre que no exista problema de otro tipo, son animales sanos y que alguien vela por su salud”.

Entonces… ¿cuáles son las principales problemáticas que enfrenta SALBA en la actualidad?
“Sigue siendo el espacio el principal problema de SALBA en la actualidad, tenemos un lugar donde reunirnos, pero lo que necesitamos es más espacio, específicamente un refugio con todas las condiciones necesarias para poder dar protección a una mayor cantidad de animales. Por ejemplo, algunos protectores han brindado más área en sus propias casas, pero no tenemos recursos para construir un espacio a los animales, ese es otro problema, los recursos”, comenta Tahimí.
Sin embargo, esta protectora con gran preocupación admite que podrían tener el mayor espacio posible en la ciudad y aun así sería insuficiente pues los animales siguen llegando a las calles, por eso confiesa que tratan, desde la labor educativa que realizan, de atacar el problema desde la raíz, y paralelamente tratar de sumar personas a SALBA: “no por gusto tenemos ese nombre, queremos que más santiagueros se involucren en el bienestar animal”.

SALBA tiene hoy 37 miembros activos, miles de seguidores en las redes sociales y más de 100 animales a los protege constantemente, aunque no cuantifican los muchos más que de forma ambulante o momentáneamente reciben atención –y quizás duplique la centena o la triplique–, por eso piden encarecidamente ayuda pues, lamentablemente, entre el hecho de rescatar un callejero y que llegue a un hogar donde reciba amor, se requieren recursos que hoy asumen en su mayoría los propios miembros y colaboradores… pero es insuficiente.
La labor de SALBA en la actualidad, como la vida misma, se ha dificultado grandemente por la Covid, que ha provocado los precios de los alimentos muy elevados, la imposibilidad de recibir ayuda en productos procedente del exterior, la gran dificultad de traer de otras naciones medicamentos, y un largo etcétera, que les ha obligado a reinventarse y buscar alternativas que le garanticen perdurar por algunos años más.