La historia del balneario municipal de Santiago de Cuba se inserta en las cuatro primeras décadas del siglo XX, que marcaron el despegue del aprovechamiento de la bahía y del litoral a fin de crear varias áreas de esparcimiento, la mayoría para la sociedad adinerada.  

Anuncio

Compañías y personalidades de la ciudad solicitaron la construcción de balnearios en La Socapa, Punta Gorda y Aguadores, los dos primeros para las clases pudientes.

Cayo Smith se proyectaría como lugar residencial para los meses de verano mientras que Aguadores, en la desembocadura del río San Juan, estaría destinado para aquellos provenientes de estratos sociales de menos ingresos.

Sin embargo, la lejanía del centro urbano impedía que la clase desposeída accediera al balneario de Aguadores, y sin duda eran ellos los más necesitados de baños de mar, en particular «la infancia, víctima de muchas enfermedades y de la espantosa mortalidad en los meses de nuestros crueles veranos».[1]

En Aguadores se instaló un baño público, que era propiedad de la Spanish American Iron Company, que por aquel entonces poseía una línea de tranvía que partía del lugar conocido como la “Y griega”.

El ejecutivo municipal solicitó a dicha compañía que, durante los meses de verano y a determinadas horas, funcionase aquella línea para que las personas pudieran visitar los establecimientos de Aguadores.

La empresa minera no accedió y las miradas se dirigieron entonces a otra zona que se ubicaba en Punta Blanca[2], estupendo lugar donde antes, pero sin llegar a ser un balneario como tal, «Germán Michaelsen había establecido una caseta para que se bañaran las clases más pobres»[3]

En vista de que los caminos hacia el mar estaban casi vedados por la distancia y por su mal estado, Punta Blanca fue el sitio escogido para que esa clase de menos poder adquisitivo de nuestra sociedad pudiera tener su balneario, con toda la infraestructura que debía llevar un sitio así.

El alcalde municipal, Dr. Desiderio Arnaz, propuso retomar esta zona en el área del Vivac Municipal, que en aquellos años estaba ubicado en Punta Blanca.[4]

Ilustración 147. Vivac Municipal ubicado en Punta Blanca. Actualmente en este sitio se encuentra el Hospital Militar.

La inauguración del balneario municipal se realizó el 10 de octubre de 1927, a las 4 de la tarde, y en el discurso de apertura el alcalde santiaguero planteó que «este empeño, hace tiempo lo venía acariciando, y se ha convertido en una realidad halagadora».[5]

Portón del Balneario Municipal.

Este nuevo espacio de recreación contaba con grandes pabellones, magnificas casetas de arquitectura en madera: una para guardarropa de mujeres y otra de hombre, amplios portales y una nave para el expendio de alimentos.

Balneario Municipal. Arquitectura en madera.

Además, un templete donde la banda municipal ejecutaba armoniosos aires musicales. A la playa se le vertió arena para que los niños no sufrieran accidentes.

Niños jugando en las arenas del Balneario Municipal.

Una década después de inaugurado el balneario de Punta Blanca este fue clausurado por fundarse allí un apostadero naval, y de forma provisional la cárcel municipal.

Apostadero Naval del Balneario Municipal, desaparece cuando se crea el Balneario Los Coquitos.

La ciudad tuvo que esperar la década de los cincuenta del siglo XX para recuperar su área de solaz y esparcimiento en el litoral, con la creación del balneario Los Coquitos, en la actual zona de Los Cangrejitos.

Entre 1927 y 1937, el balneario de Punta Blanca fue una obra social importante para los sectores desposeídos de la ciudad que no contaban con un sitio donde tomar los beneficiosos baños de mar y sol en los meses estivales.


[1] Archivo Histórico Provincial Santiago de cuba, Fondo Gobierno Municipal, Sala de Actas Capitulares, Libro # 25, Cabildo 26 de septiembre de 1921, pp. 376 – 378.

[2] Este sitio donde las clases pobres podían bañarse es el mismo donde hoy está el Hospital Militar Joaquín Castillo Duany.

[3] Ibídem, Fondo Gobierno Municipal, Sala de Actas Capitulares, Libro # 25, Cabildo 1 de diciembre de 1921, pp. 474  – 475.

[4] El antiguo Vivac Municipal, que en los años 20 del pasado siglo estaba ubicado en Punta Blanca, después del terremoto de 1932 recibe a los presos que estaban en la cárcel de Oriente, edificio que en los años 40, cuando se restaura, adquiere la denominación de Vivac Municipal. La edificación que se encontraba entonces en Punta Blanca pasa a ser demolida.

[5] Biblioteca Provincial Elvira Cape. «Inauguración de los baños de Punta Blanca», en Diario de Cuba, año X, # 292, lunes 11 de octubre de 1927, pp. 1 – 2.

qqqq

3 Comentarios

  1. Magnifica crónica!! Me he quedado impresionada con la historia y con esas imágenes que son una reliquia, ahora puedo imaginar el Balneario de Punta Blanca luego el de Los Coquitos, de los que leía y oía anécdotas de amigos y familiares hace muchos años pero de los que no tenía imagen visual alguna, recuerdo que mi madre me contaba sobre sus visitas a “Los Coquitos”, muchas gracias una vez más MSc. Alfredo Sánchez Falcón por estos regalos de historia, también a José Roberto Loo por permitir esos regalos.☘️❤️

  2. Esa es mi ciudad, en la que nací y pasé momentos muy, muy felices. La vida a veces nos lleva a tomar decisiones que nos aleja de las cosas que amamos de corazón, por suerte un omnibús o un avión me permiten llegar hasta ella. Subir y bajar Enramadas, sentarme en el Parque Céspedes o en Parquecito Serrano, ir al Balcón de Velázquez, porque la nostalgia y el recuerdo de mi Santiago viven dentro de mí y sólo así, visitandolo logro continuar. Este Blog me ayuda mucho, no sólo a conocer más de su historia y sus lugares sino porque me transporta a mi origen. Gracias por este sitio tan especial. Saludos.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here