Dicen que en el oriente de Cuba no hay bebida más sabrosa que el exótico prú oriental, tampoco ninguna con más popular lo mismo entre quienes llevan dos CUP en la billetera o entre quienes tienen 20 CUC en el bolsillo.

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Quizás porque resuma parte de la esencia del ser oriental con su herencia francesa, o porque tal parece que el maravilloso brebaje vio la luz para ser el archienemigo del calor que tanto azota por estos lares. Lo cierto es que el prú es una bendición en esta parte del mundo cubano.

Prú oriental. Foto J. Loo Vázquez

La champaña de raíz o cerveza de raíz, el prú oriental, o simplemente «prú», como le conocen muchos, es una bebida con diversos significados para las personas.

Beneficios del Prú oriental

La mayor fama del prú oriental, además de ser refrescante, es que se considera medicinal.

Para quien sufre de cálculos en los riñones, dolores estomacales o presión arterial alta es muy beneficioso; también es afrodisíaca para los urgidos de soluciones maravillosas, aunque esto último no se ha comprobado científicamente sí es una creencia popular.

Además de refrescante, el prú tiene propiedades medicinales conocidas entre las personas. Foto J. Loo Vázquez

Al prú hay quien le atribuye otras propiedades. Se asegura que purifica al ingerirse pues ayuda a eliminar el colesterol y otras grasas malas, también se dice que es energizante, refrescante y limpia diversos sistemas del cuerpo humano, entre ellos el renal.

Se cuenta, además, que es una bebida analgésica, digestiva, antioxidante, antihistamínica, alivia la tos y la fatiga, es antiséptica y anticoagulante, aunque no se recomienda consumir durante el embarazo y tampoco debe darse a niños pequeños.

El brebaje fermentado, cuentan los ancianos, daba fuerzas a los esclavos para realizar las duras faenas agrícolas, les animaba el espíritu y curaba enfermedades, especialmente por sus efectos hipotensivos, depurativos y diuréticos.

Hay quien asegura, incluso, que es una bebida afrodisíaca

Esta combinación de hojas y raíces tiene efectos beneficiosos para el cuerpo, eso es lo que se cree entre los santiagueros. Foto J. Loo Vázquez

Más allá del mito y la oralidad

Con el pasar de los años, la tradicional bebida ha sufrido transformaciones y sus secretos originales muchas veces llegan con la oralidad y una que otra investigación que roza el legado francés a la cultura cubana.

Se dice llegó al oriente de Cuba con las migraciones de los colonos franceses y sus esclavos, y su receta, extensa según se plantea, se ha simplificado en la actualidad en parte porque se ha convertido, más allá de lo cultural, en sustento de vida de familias de bajos ingresos, o que busquen un dinerito extra.

Originalmente se empleaban palos de jaboncillo, el bejuco Ubí, las hojas del árbol de la pimienta, jengibre, la raíz de china, unos gramos de canela en rama, agua y azúcar parda o morena. También se requiere una «madre», que no es más que un poco de prú ya elaborado, o sea, de bebida fermentada.

Algunas personas comentan que antiguamente, terminada la cocción, muchas veces se envasaba el brebaje en pomos con hojas de caña santa.

En algunas zonas del oriente de Cuba se añadía raíz de palma y retoños de pino a la cocción, y no pocos agregaban aguardiente… pero estos detalles no solo no se practican en la actualidad, es que además quienes hoy hacen prú ni los conocen, el menos en las zonas urbanas de la ciudad de Santiago de Cuba.

Prú oriental fermentando. Foto J. Loo Vázquez
Se coloca al sol para fermentar. Foto J. Loo Vázquez

Además, la oralidad refiere que los recipientes con la bebida a fermentar antes se enterraban bajo tierra por espacio de tres días (si tenía «madre») y hasta cinco si requería más tiempo (cuando no tenía prú previamente elaborado), tradición que muy pocos practican hoy.

En la actualidad se prefiere colocar la bebida en pomos plásticos, los llamados «balitas», y estos al sol para acelerar el proceso.

Otros detalles, secretos, de la fabricación artesanal de la maravillosa bebida, sencillamente se los ha tragado el tiempo.

La champaña de raíz, cerveza de raíz… sustento de algunas familias

La receta original de preparación del famoso prú oriental, y sus variaciones, no se respetan íntegramente en la actualidad.

Al interior de pocas familias se mantiene como un sabroso brebaje que se consume por placer. Quienes más lo preparan hoy son aquellas personas que lo hacen con fines comerciales.

El desgaste cotidiano y porque algunos ingredientes no se consiguen con facilidad, han hecho que la receta original haya derivado, por facilismo, en el uso casi exclusivo de la hoja de pimienta (para el sabor), la raíz china (color), y el jaboncillo (efervescencia).

Bebida ya fermentada. Foto J. Loo Vázquez

“Pero si la quieres más simple aún, le echas sólo la hoja de pimienta y el jaboncillo, la raíz china se sustituye por el azúcar «prieta», ya te darás cuenta que al final tiene color igual”, asegura Ángela, una habilidosa y veterana en la fabricación de prú y venta ilegal del sabroso brebaje.

Cuando uno le compra un prú a esta señora, lo primero que advierte es que “lo hago fuerte, te lo digo para que no te me desmayes aquí mismo, y además no batuquees el pomo, que sale disparado y manchas el piso y tu ropa, y si lo haces, antes pon la mano debajo, el calor hace que no se bote, ese es un truco de vieja prusera”.

Después de varios siglos de elaboración artesanal de este sabroso brebaje, en las provincias de Granma y Santiago de Cuba se fabrica industrialmente y se expende en recipientes comerciales propios, sin embargo, lo habitual es que ni tenga el mismo sabor, y casi nunca aparece en los establecimientos.

“Hay quien dice que el prú es de barrio marginal. No es que no se venda donde quiera, porque se vende en cualquier barrio de Santiago de Cuba, pero la verdad es que es más común que la gente venda prú en algunos lugares más que en otros, no es una regla, pero se vende más en los barrios más humildes, donde la gente necesita más buscar dinero”, detalla.

Una vez tuve una profesora de Economía Política que, en franco y explícito ejercicio de chovinismo, decía que prefería un buen prú a una Coca Cola. En su momento no lo entendí, hasta que sentí la efervescencia de la famosa bebida de origen francés.

Receta del prú oriental

Ingredientes:

60 gramos de jaboncillo

60 gramos de bejuco Ubí

6 gramos de hojas de pimienta

30 gramos de jengibre

300 gramos de raíz de china

8 gramos de canela en rama

5 litros de agua

1 litro de prú madre

2 200 gramos de azúcar morena

Preparación:

Raspar el Jaboncillo y el Bejuco Ubí. Lavar las hojas de Pimienta, el Jengibre y la Raíz de China. Cortar el Jaboncillo y la Raíz de China en porciones pequeñas. Hervir todas las especias en el Agua, durante dos horas. Colar y depositar el cocimiento. Dejar reposar 24 horas. Agregar el Prú madre y el Azúcar. Mover este liquido hasta que quede completamente ligado. Dejar reposar durante 72 horas. Reservar un litro como madre para la próxima colada. Servir bien frío.

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