Si la ciudad de Santiago de Cuba es extraordinaria, y me perdonan el orgullo irracional y ciego, Cayo Granma es incluso más especial.

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Uno de los paseos imprescindibles en la ciudad de

No sé si las razones que conozco serán suficiente, o si es simplemente un afecto desbordado, igual no importa pues a este pequeño chispazo de tierra robado al mar se le deben muchas palabras.

Cayo Granma, antiguamente conocido como Cayo Smith, tiene el encanto de ser un pueblo marinero y de estar muy cerca de la ciudad a la misma vez, lo que se traduce en disfrutar la quietud y serenidad de las localidades costeras, y también las bondades de estar a pocos minutos de una urbe, como lo es Santiago de Cuba.

Se dice, y esto último es un dato sin corroborar, que es el único cayo de su tipo (más menos dos kilómetros cuadrados de área) que está habitado en Cuba, aunque esto puede ser discutible a mí me encanta la idea, y hasta orgullo me da.

Tiene, además, el atractivo de poseer la única ermita de todo el Caribe dedicada a San Rafael –según cuentan las personas–, a cuyo templo sagrado llegan desde todas partes de la ciudad de Santiago de Cuba aquellos que piden por la salud y prosperidad.

A sus pies, cada 24 de octubre, llegan personas de toda la ciudad de Santiago de Cuba vestidas de verde y se suele dar como ofrenda los frutos más nobles del mar, eso cuentan los más viejos que viven en Cayo Granma.

Esa fecha el ir y venir de lanchas, de varios tamaños, es intenso, para recorrer el trayecto entre las orillas del cayo y del resto de la ciudad. Muchos vienen a pedir por viajes, salud y quien sabe cuántos pensamientos más. Esta peregrinación que hacen muchos, si se le puede llamar así, es una de las que más arraigo tiene en la urbe.

Entre las manos de los hábiles cocineros de este pequeño islote, ubicado justo en la entrada de la bahía de Santiago de Cuba, se conservan algunas de las tradiciones culinarias más sabrosas –y bastante desconocidas de la urbe–, pero aquellas que están relacionadas con los frutos del mar, como la sabrosa jaiba en diferentes formas de preparación.

Aquí se desarrolla cada año el CARIJAI, o Festival de la Jaiba, una festividad que reverencia ese crustáceo y donde los lugareños exhiben los platos que son capaces de hacer con él, tradición de arraigo y bastante competitiva. También se realizan otras actividades relacionadas con el arte de la pesca.

Quienes peinan canas cuentan que existe un plato nacido en Cayo Granma y cuyo ingrediente especial es una salsa elaborada con una pequeña planta que crece ahí en el cayo, entre las rocas, y que da un sabroso y único sabor. También se dice que esa tradición se ha medio que perdido, y que son secretos que muy pocos conocen.

Desandar por los caminos de Cayo Granma, angostos algunos, de tierra muchos y enlajado el principal, tiene un extraño sabor que resulta casi desconocido: la ausencia de vehículos, bicicletas, ómnibus… da al sitio un ambiente agradable, que a duras penas se concibe tal paraíso a pocos minutos de la urbe de Santiago de Cuba.

Pero son las personas, posiblemente, el mayor atractivo de Cayo Granma. Un minuto de conversación con uno de los ancianos del lugar puede ser de las experiencias más placenteras, pues en sus mentes están resguardados recuerdos, memorias, historias… de un lugar que se dice, estuvo vinculado a los corsarios y piratas.

Aquí viven viejos lobos de mar, mujeres que desde cuando era mal visto verlas pescar y remar botes, ya ellas lo hacían, además habitan personas que por nada del mundo podrían ser arrancados de ese pequeño terruño, ni la fuerza de cinco ciclones lograría tal proeza, pero también los hay que se sienten vivir en una isla dentro de una isla, y cual principito buscan cómo escapar del hastío.

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2 Comentarios

    • el artículo se centra en el hoy de Cayo Granma, pero el ayer realmente este autor lo desconoce, pero si usted quisiera hacerme la historia, empezando por el nombre de por qué Cayo Smith, ues es más que bienvenido su relato… se embulla?

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